
Dueños de negocios como Mayra Chávez y su mamá, Eva Saavedra, saben lo que es pasar por una crisis. Su restaurante, El Huarache Azteca, ha servido comida regional de la Ciudad de México a clientes en el distrito de Fruitvale, sin interrupciones, durante casi dos décadas. El negocio sobrevivió tanto a la gran recesión del 2008 como el fallecimiento del padre de Chávez y el esposo de Saavedra, Juan Chávez, en el año 2017.
Desde el punto de vista de ellas como comerciantes, Mayra Chávez dijo que ninguno de esos eventos se compara con los desafíos que ahora enfrenta El Huarache Azteca debido a la pandemia del coronavirus.
“Aunque mis padres perdieron su casa [durante la recesión], seguimos a flote. Todavía teníamos dinero para pagar la renta y otras cuentas”, dijo. “La comparación con lo que está sucediendo ahora, es un mundo aparte”.
Raúl Maya ha sido propietario de Fashion Palace, una tienda de ropa para hombres en el Boulevard de la Internacional, justo al lado del El Huarache Azteca, durante 20 años. El se vio forzado a cerrar su negocio cuando se anunció la orden de quedarse en casa del pasado 17 de Marzo. A medida que el cierre pasa a su segundo mes, le preocupa el futuro de su tienda y cómo va a pagar el alquiler, no solo de su negocio pero la de su casa también.

“La dueña sigue viniendo a golpear la puerta, amenazando con llamar a la policía porque no he pagado la renta”, dijo Maya. “Ella no comprende como esta mi situación”.
En la época antes de la pandemia, Fruitvale ha sido uno de los vecindarios más transitados, el cual es hogar a cientos de negocios como tiendas de ropa, tiendas artesanales, tiendas especializadas y restaurantes en su mayoría por inmigrantes y minorías. Sin embargo, desde que la orden de quedarse en casa entró en efecto el mes pasado, las cosas han cambiado drásticamente. Los negocios no esenciales como la tienda de ropa de Maya se vieron obligadas a cerrar sus puertas, y los restaurantes como El Huarache Azteca se vieron en la necesidad de limitar sus servicios y convertir los restaurantes a servicio de pedidos de comida para llevar.
Mayra Chávez y su mamá tuvieron que despedir a sus 10 empleados, logrando re-contratar solo a 3 cuando el restaurante volvió a abrir funcionado con pedidos de comida para llevar.
A principios de Abril, el dúo de madre e hija se asoció con World Central Kitchen, una organización mundial sin fines de lucro fundada por el famoso chef José Andrés, y la Fundación Eat.Learn.Play fundada por el jugador del equipo de basketball de los Warriors, Stephen Curry y su esposa, la empresaria, Ayesha Curry. Las dos organizaciones unieron fuerzas para reclutar hasta 25 restaurantes de Oakland para preparar 5,000 comidas por día para ayudar a la población más vulnerable de la ciudad de Oakland, así como a los trabajadores de salud. Actualmente, el Huarache Azteca suministra 200 de esas comidas calientes. Mayra Chávez dijo que esta asociación le está permitiendo que el restaurante se mantenga a flote, por ahora.
Gracias a que Mayra Chávez es completamente bilingüe, también pudo encontrar información sobre ayuda financiera de emergencia y préstamos para pequeñas empresas que se pusieron a disposición a través de la Ciudad de Oakland. El buscar ayuda, dijo, es más difícil para los dueños de negocios que no hablan ni leen el idioma.
“Traducir información a otros idiomas es siempre una idea de último minuto”, dijo.

María Sánchez, gerente de programas del Unity Council, dijo que el consejo ha sido inundado con llamadas de comerciantes de Fruitvale desesperados por obtener ayuda. La organización sin fines de lucro ha estado trabajando para ser los intermediarios entre el gobierno de la ciudad de Oakland y más de 350 pequeñas empresas en Fruitvale que la organización apoya a través de su departamento de mejoramiento comercial de Fruitvale.
Debido a que muchos de los pequeños negocios localizados en Fruitvale son operados por inmigrantes que no tienen acceso a una computadora o servicio de internet, el personal del Unity Council a menudo realizaba visitas en persona para ayudar a sus miembros. Ahora que el distanciamiento social lo ha hecho imposible, Sánchez dijo que la organización ahora se ve obligada a depender de llamadas telefónicas y correos electrónicos.
“Nosotros [el personal del Unity Council] estamos haciendo un esfuerzo muy grande para informar a la comunidad de los recursos disponibles”, dijo. “Con los negocios chiquitos hay mucha necesidad”.
El 20 de marzo, la Ciudad de Oakland y la organización sin fines de lucro Working Solutions anunciaron el Fondo de Ayuda COVID-19 de Oakland, un fondo de $ 500,000 dólares para proporcionar a los propietarios de pequeñas empresas de bajos ingresos ayuda financiera de emergencia de $5,000 dólares. Los números finales del Departamento de Desarrollo Económico y de la Fuerza Laboral de la ciudad revelaron que solo 90 propietarios de negocios recibieron la ayuda, de un grupo de más de 900 solicitantes. Aproximadamente, 77 de los dueños de negocios que recibieron la ayuda vienen de comunidades de minoría, 20 de ellos fue a dueños de negocios que completaron una solicitud en un idioma que no era inglés.
La frustración que sienten los propietarios de negocios con problemas de liquidez se está haciendo palpable en Fruitvale. Algunos, optan por desafiar la orden de quedarse en casa y de cierres mandatorios de negocios no esenciales al permanecer abiertos.
Sánchez dijo que el Unity Council ha hecho lo más posible para informar a la comunidad de los negocios que deben permanecer cerrados. “Es cierto que hay algunos, no muchos que siguen abiertos, y lo están haciendo por necesidad. Se acumulan las facturas. Sé que no está bien, pero sé que la ciudad está tratando de hacerles saber que tienen que cerrar sus puertas por ahora”.

Hasta el 15 de abril, el correo electrónico para denunciar a aquellos que no están siguiendo la orden del sheriff del condado de Alameda había recibido 798 quejas de todo el condado de negocios no esenciales que siguen abiertos. No está claro si negocios en Fruitvale han sido sujetos a estas quejas, pero algunos propietarios de negocios que están cumpliendo con la orden y han cerrado o reducido sus operaciones han expresado su frustración contra quienes están violando la ley.
“Recibo llamadas de comerciantes que se quejan de los negocios que siguen abiertos, pero ¿qué puedo hacer?” dijo Sánchez.
Maya, dueño del Fashion Palace, siente que los funcionarios de la ciudad de Oakland le han fallado a los comerciantes de Fruitvale.
Raúl Maya dueño de la tienda Fashion Palace siente que los funcionarios locales no han rendido cuentas a los comerciantes en Fruitvale, y agregó que a los pequeños negocios se les ha prometido asistencia financiera en varias ocasiones: después de las protestas por la muerte de Oscar Grant a aquellos afectados por el vandalismo, después del incendio del almacén llamado Ghost Ship, y recientemente durante el proyecto de construcción de Bus Rapid Transit que ha impactado el tráfico y el estacionamiento en el Boulevard de la Internacional.
Noel Gallo, quien representa a Fruitvale, no se encontró disponible para comentar.
“El dinero nunca llegó”, dijo Maya. “¿Dónde está el dinero?”